miércoles, 19 de enero de 2011

Historia Universal de la Infamia


No sé que calificativos se pueden utilizar para definir los acontecimientos ocurridos en esta región desde el sábado día 15. Se me ocurre, no haciendo justicia a Borges, titularlos “Historia Universal de la Infamia”. Pero la realidad es dura, muy dura, y un huracán de mentiras, manipulación y desvergüenza ha succionado toda la dignidad posible de una clase política gobernante, que ha creído que esta era la Murcia del caciquismo ancestral o que los murcianos éramos, como mínimo, unos memos incorregibles. Todo ello aderezado con el llamamiento a la Cruzada Redentora, a la reinstauración de la infausta Ley para la Represión de la Masonería y el Comunismo, con la acusación nada velada de una consejera que relacionaba la agresión con la disminución de los liberados sindicales, con unas manifestaciones legítimas, constitucionales y pacíficas que reclamaban la presunción de inocencia frente al motejo de terroristas... gente honesta, de todas las ideologías, insultada, vejada, despreciada.
Hemos sido decenas de miles de personas las que nos hemos manifestado por la ciudad de Murcia, miles de corazones que rechazaban una ley salvaje, antisocial, preludio de la liquidación definitiva de lo que hasta ahora reconocemos como sanidad, educación, servicios sociales, públicos y universales. Miles de personas de derechas e izquierdas, y casi ninguno ha creído la basura mediática que ha utilizado contra nosotros los diarios regionales (La Opinión, La Verdad...), tampoco las acusaciones delirantes de nuestro presidente y de sus adláteres. ¡Era todo tan absurdo, irracional y previsible!.
Han crucificado a un chaval, en lo alto del monte de la ignominia le han clavado todas las lanzas que es capaz de crear la maldad humana. Y hemos asistido al acto con la mirada perdido, esperando no ser señalado, negando cualquier apoyo a un joven que sabíamos inocente desde, como mínimo, el lunes. TODOS. Partidos políticos y organizaciones sindicales, también militantes del Partido Popular incapaces de musitar palabras de duda.
¿Y ahora qué?.
¿Qué le dejamos a nuestros hijos?.
No lo sé, pero sí tengo claro que entre nosotros no hay ningún Émile Zola. Tal vez lo haya entre nuestros hijos o nuestros nietos.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Al chico éste no lo ha detenido el PP. Ha sido la Policía de Rubalcaba. Por tanto, el procedimiento, y la dosificación de la información, sale de ese frente. Ahí es donde hay que pedir responsabilidades.

Anónimo dijo...

Un amigo que estaba con su mujer en urgencias, me contó que vió a PAC con una bolsa de hielo sobre la cara. Sólo se veía un moretón. Ni heridas abiertas, ni rastro de sangre. Fue por su pie y no ha sido capaz de identificar a nadie. A los pocos días le dan el alta y no hay restos de cicatriz ni de nada. ¿Hubo agresión? ¿no sería de un chapero o un traficante de cocaína? Habría que denunciar la falsedad de esta supuesta agresión. Ningún médico ha firmado ningún parte médico ni el alta. Quizá fueran los medios los que se hicieron eco de las fábulas contadas por alguien sin contrastar ni verificar con los documentos oficiales o clínicos lo que afirmaban y daba como cierto. ¡Peste de mafia! Ya está bien.

Anónimo dijo...

Si llegamos a saber la popularidad que ha alcanzado Pedro Alberto Cruz, consejero de cultura, que a raíz del suceso, ha situado a la región de murcia en el mapa en todos los medios posibles, cuanto dinero nos habríamos ahorrado de haberle dado un par de yoyas antes.